Es un mal silencioso, que va en aumento en nuestro país. Alrededor de cinco millones de argentinos (equivale a una de cada ocho personas en el país) padecen algún grado de enfermedad renal crónica (ERC). Aunque las principales causas son la diabetes y la hipertensión arterial, también se deben considerar los antecedentes familiares y el abuso de antiinflamatorios.

“La prevalencia de ERC aumenta con la edad, siendo que uno de cada cinco hombres y una de cada cuatro mujeres de entre 65 y 75 años, y la mitad de los mayores de 75 años, padecen algún grado de deterioro de la función renal. Si bien en los niños la enfermedad renal es menos frecuente, también se puede dar”, indicó en un comunicado la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN).

Actualmente, poco más de 30.000 pacientes en la Argentina reciben algún tipo de diálisis y 10.000 son trasplantados renales, según el Registro Argentino de Diálisis Crónica y Trasplante.

Se calcula que más del 10% de la población adulta mundial tiene algún grado de enfermedad renal crónica, y que más de dos millones de personas en todo el mundo reciben tratamiento de reemplazo renal con diálisis o con un trasplante de riñón, aunque muchas más necesitarían tratamiento, pero no lo concretan, señalaron desde la SAN.

El Día Mundial del Riñón se celebrará el 11 de marzo bajo el lema “Viviendo bien con la enfermedad renal”, que tiene como objetivo crear conciencia sobre la importancia de los riñones para la salud en general y para reducir la frecuencia y el impacto de la enfermedad renal y los problemas de salud asociados.

Los riñones son cruciales para la supervivencia humana por lo que un deterioro en su funcionamiento impacta seriamente en la salud. Estos órganos tienen la función de filtrar la sangre y eliminar el exceso de agua y las toxinas convirtiéndolas en orina. Además, los riñones producen hormonas que regulan la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y de vitaminas.

Cuando no pueden cumplir con estas funciones, el agua y las toxinas se acumulan en la sangre y aparecen síntomas como dolor lumbar y cólico renal, hinchazón de ojos, manos y pies, y complicaciones al momento de orinar.

Para prevenir afecciones en los riñones se aconseja mantener una dieta equilibrada, tener mucho cuidado con la sal, no automedicarse con antiinflamatorios, realizar actividad física y tener una hidratación adecuada ingiriendo al menos dos litros de agua al día.